Cómo escribir una bío profesional

Escribir sobre uno mismo es difícil porque plantea muchas preguntas: ¿Es mejor redactar nuestra bío en tercera o en primera persona? ¿Es necesario mencionar todos los hitos de nuestra trayectoria profesional o sólo algunos? Éstas y más cuestiones relacionadas, tienen una respuesta más sencilla de lo que parece.


Desesperar es fácil cuando se trata de escribir una biografía profesional para redes sociales, un currículum o un texto que hable de nosotros en cualquier otro tipo de formato.

En esta delicada misión, aunque las dotes de redacción cuenten mucho, nuestra parte más estratégica será la verdadera protagonista.

Antes de escribir, pregúntate siempre qué quieres conseguir. Quizás estés optando a un puesto trabajo, o tengas la intención de darte a conocer, o simplemente necesites acompañar tu portfolio de trabajos con una nota autobiográfica profesional.

Los objetivos de una biografía pueden ser muy variados y, aunque nuestro primer impulso sea incluir cuanta más información mejor, menos es más, y hay que ser considerados con aquellos que nos leen (si es que queremos que nos lean).

¿Por dónde empezar a escribir una bío profesional?

Por abrir un archivo word y aglutinar toda la información con lo que contamos. Una forma sencilla de conseguirlo es responder de forma escueta a algunas cuestiones como estas:

  • Formación académica: títulos universitarios, másteres o formación profesional.
  • Formación complementaria: cursos, congresos, eventos de networking interesantes para tu sector.
  • Profesión (actual): aquello que haces en tu día a día o lo que te gustaría hacer si estás buscando trabajo.
  • Empresas en las que has trabajado y descripción de los puestos que desempeñaste.
  • Especialidades: todo aquello que no pueda clasificarse de manera formal pero que le dan a tu perfil profesional un toque diferenciador. Desde diseño, hasta solfeo, oratoria o música.
  • Idiomas: certificados oficiales y cursos realizados.
  • Cosas que estás aprendiendo: reciclarse profesionalmente no sólo da buena imagen, sino que enriquece muchísimo y dice mucho de ti.
  • Hobbies: ¿qué haces en tu tiempo libre? Eso también te diferencia.

¿Qué aspectos destacar en una bío profesional?

Aquellos por los que quieras que te conozcan, claro.

Ahora que tenemos toda la información, esta parte resulta más fácil. La mejor manera de hacerlo es ser muy selectivos con la información que presentamos.

En nuestra bío incluiremos únicamente la que responda a los requisitos que nos piden o esté orientada hacia lo que queremos conseguir.

No tiene sentido decir que hace 3 años trabajamos en una pastelería si queremos conseguir un trabajo en una agencia de publicidad. Sin embargo, sí que tiene sentido mencionarlo si queremos que nos contraten en un departamento de marketing de una empresa que se dedique a la pastelería.

Una vez seleccionados, hay que unir todos los datos. Usar conectores es siempre una buena idea

El orden es esencial en una bío profesional

La primera línea es determinante, por eso debemos darle su justa importancia.

Es aquí donde debemos reflejar lo que somos y lo que queremos conseguir.

Soy María Godoy, Srta Red, copywriter freelance, transcreadora y traductora de marketing.

En esta frase no solo me presento, sino que comunico que soy autónoma, por lo que acepto nuevos trabajos relacionados con todo lo que sigue.

Si el objetivo de la bío es encontrar trabajo, puedes expresarlo mencionando directamente el perfil profesional: periodista, abogado, creador de contenidos, community manager o músico. La jerarquía de información podría ser esta:

  1. Quién soy y qué hago (opcional: qué busco)
  2. Qué he hecho en el pasado reciente
  3. Datos complementarios interesantes: especialidades, cosas que estás aprendiendo.
  4. Hobbies (si el formato lo permite)

El formato y el tono de una bío profesional

El formato determinará el tono la mayoría de las veces.

En Twitter puede ser cercano y corto, directo. En LinkedIn, más formal, pero con algo de espacio para la cercanía. En un currículum, el lenguaje más corporativo suele funcionar.

La primera persona puede utilizarse para formatos más cercanos y relajados, mientras que la tercera persona es recomendable para entornos académicos o si optas a puestos de trabajo en sectores que exigen un tono más formal.

En cualquier caso, nunca se peca de ser demasiado profesional. Ante la duda, lo más recomendable es utilizar un tono sencillo, directo, relajado y natural. Aquél que utilizarías si tuvieras que contárselo en persona a aquél que te va a leer.

La extensión

Mejor poco y significativo, que mucho e insustancial. Y así para todo.

La economía del lenguaje es importante en estas cuestiones puesto que competimos con la atención de quien nos lee, que probablemente ya tenga otros candidatos en mente o muy poco tiempo para dedicarnos.

Lo ideal es escribir un párrafo si se trata de una biografía breve, o dos, si tenemos algo más de margen. En el caso de Twitter, el más exigente, es indispensable cuadrar todas nuestras virtudes en 160 caracteres, por lo que el reto es elegirlas muy bien y conseguir sorprender al lector.

Un resumen exprés

  • Enumera todos tus datos primero para saber con qué puedes trabajar.
  • Recorta información y destaca aquello por lo que quieres que te conozcan. ¡Es una gran oportunidad!
  • Al unir los datos, trata de darle ritmo el texto. Utiliza conectores y expresiones actuales.
  • Si tienes dudas respecto al tono, sé directo y natural. Nunca falla.
  • La primera persona funciona muy bien en círculos más distendidos y si optas a trabajos en sectores creativos; la tercera persona es ideal para entornos académicos e institucionales.

¡A escribir!